La Dieta carnívora y su origen:
La dieta carnívora es un patrón alimentario que se basa exclusivamente en el consumo de alimentos de origen animal, excluyendo por completo frutas, verduras, cereales, legumbres y otros productos vegetales. En su forma más estricta, incluye únicamente carne, pescado, huevos y, opcionalmente, algunos lácteos bajos en lactosa.
Aunque su popularidad ha crecido recientemente gracias a figuras públicas y comunidades en línea, la dieta carnívora se inspira en hábitos ancestrales de grupos humanos cazadores-recolectores, como los inuit o los masái, que sobrevivían con una alimentación predominantemente animal en entornos extremos. Sin embargo, su aplicación moderna suele tener objetivos específicos: pérdida de peso, mejora metabólica y reducción de inflamación.

Fundamentos científicos y mecanismos metabólicos
El principio central de la dieta carnívora es la eliminación casi total de carbohidratos, lo que induce al cuerpo a entrar en un estado de cetosis. En este estado, el metabolismo pasa de usar glucosa como fuente primaria de energía a utilizar grasas y cuerpos cetónicos, derivados de la oxidación de los ácidos grasos.
- Proteínas: favorecen la síntesis muscular y el mantenimiento de la masa magra. Su efecto termogénico (gasto calórico por digestión) es superior al de los carbohidratos o las grasas.
- Grasas animales: se convierten en la fuente principal de energía. Incluyen tanto grasas saturadas como monoinsaturadas, que modulan la saciedad y el equilibrio hormonal.
- Ausencia de carbohidratos: reduce los picos de insulina y glucosa, estabilizando el metabolismo energético.
Este enfoque se asemeja metabólicamente a la dieta cetogénica, pero es más restrictivo, al excluir totalmente los vegetales y las fuentes vegetales de grasa como aguacate, aceite de oliva o frutos secos.
Evidencia científica actual
La evidencia sobre la dieta carnívora es todavía limitada, pero diversos estudios y revisiones recientes ofrecen información relevante sobre sus efectos:
- Metabolismo y composición corporal: estudios observacionales (Lennerz et al., Current Developments in Nutrition, 2021) muestran mejoras en el peso corporal, la glucemia y los triglicéridos en individuos que siguen esta dieta durante al menos seis meses. Sin embargo, la falta de ensayos controlados limita la solidez de las conclusiones.
- Inflamación y autoinmunidad: algunos reportes de casos indican mejoría en enfermedades inflamatorias intestinales, artritis o psoriasis, posiblemente por la eliminación de compuestos vegetales proinflamatorios o antinutrientes (oxalatos, lectinas).
- Microbiota intestinal: la exclusión de fibra modifica drásticamente la composición microbiana. Estudios preliminares muestran una reducción en la diversidad bacteriana, aunque con presencia estable de especies adaptadas a la digestión proteica y grasa (David et al., Nature Microbiology, 2020).
- Perfil lipídico: en la mayoría de casos, el colesterol HDL aumenta y los triglicéridos disminuyen, pero puede observarse un aumento del colesterol LDL, cuyo impacto clínico aún es debatido.
Beneficios potenciales respaldados por la evidencia

- Pérdida de peso: la combinación de alta saciedad, cetosis y eliminación de alimentos ultraprocesados favorece una reducción calórica espontánea.
- Control glucémico: en personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, se observan mejoras en la glucosa en ayunas y la hemoglobina glicosilada.
- Mejora de la energía y concentración: la estabilidad de los niveles de glucosa y cuerpos cetónicos puede aumentar la claridad mental y reducir la fatiga.
- Reducción de síntomas autoinmunes: algunos pacientes reportan menor inflamación y dolor articular, aunque la evidencia se basa más en testimonios que en ensayos clínicos.
Contraindicaciones y riesgos potenciales
- Déficit de micronutrientes: la ausencia de vegetales puede reducir la ingesta de vitamina C, fibra, magnesio, folato y antioxidantes.
- Impacto renal: el alto contenido proteico puede ser problemático en personas con enfermedad renal preexistente, aunque no se ha demostrado daño en sujetos sanos.
- Aumento de LDL: en ciertos individuos se observa un incremento marcado del colesterol LDL, lo que podría elevar el riesgo cardiovascular a largo plazo.
- Alteraciones intestinales: la falta de fibra puede causar estreñimiento o cambios en la microbiota que afecten la salud digestiva.
- Sostenibilidad y adherencia: su carácter restrictivo dificulta mantenerla a largo plazo y puede generar rechazo social o monotonía alimentaria.
¿Qué comer en la dieta carnívora?

Alimentos permitidos:
- Carnes rojas: ternera, vacuno, cordero, buey.
- Aves: pollo, pavo, pato.
- Pescados y mariscos: salmón, sardinas, atún, mariscos.
- Órganos: hígado, riñones, corazón (altamente nutritivos).
- Huevos: enteros, preferiblemente de gallinas camperas.
- Lácteos (opcionales): mantequilla, nata, quesos curados, si se toleran bien.
Alimentos a evitar:
- Frutas, verduras, legumbres, cereales y tubérculos.
- Azúcares, aceites vegetales y productos ultraprocesados.
- Frutos secos, semillas y condimentos de origen vegetal.
🥩 Alimentos esenciales para cubrir todas las vitaminas y minerales en una dieta carnívora

Aunque la dieta carnívora elimina por completo los alimentos vegetales, es posible alcanzar un buen equilibrio de vitaminas y minerales esenciales si se eligen con criterio las partes del animal y se incluye variedad en cortes, órganos y tipos de carne.
A continuación se detallan los principales grupos de alimentos animales que ayudan a mantener una nutrición completa.
🐄 Carnes rojas: base del aporte de hierro, zinc y vitaminas B
- Ternera, vacuno y cordero: son la principal fuente de hierro hemo, zinc, creatina y vitaminas del grupo B (B3, B6, B12).
- El consumo regular de carne grasa aporta además energía estable y ácidos grasos saturados naturales, fundamentales para la producción hormonal.
- Consejo: alterna cortes magros y grasos para equilibrar proteínas y lípidos.
🐖 Carnes blancas y grasas animales

- Cerdo, pollo, pato y pavo: aportan proteínas completas, selenio y colina.
- La grasa de cerdo (manteca) contiene vitamina D, ácidos grasos monoinsaturados y pequeñas cantidades de vitamina E.
- Consejo: prioriza animales alimentados con pasto o criados al aire libre, ya que su perfil de ácidos grasos es más favorable.
🫀 Vísceras y órganos: la multivitamina natural

Los órganos animales son la clave para evitar deficiencias nutricionales.
- Hígado: la mejor fuente natural de vitamina A, B12, ácido fólico, hierro y cobre.
- Riñón: alto en selenio, B2 y zinc.
- Corazón: excelente fuente de coenzima Q10, B6, zinc y fósforo.
- Lengua y médula ósea: aportan grasas saludables, colágeno y minerales traza.
👉 Comer órganos una o dos veces por semana garantiza el aporte de la mayoría de micronutrientes esenciales sin necesidad de suplementos.
🐟 Pescados y mariscos: yodo, selenio y omega-3

- Pescados grasos (salmón, sardina, caballa): ricos en EPA y DHA, vitamina D, yodo y selenio.
- Mariscos (ostras, mejillones, almejas): entre los alimentos más densos en zinc, cobre, hierro y B12.
- Consejo: incluir pescado azul al menos 3 veces por semana y marisco de forma ocasional.
🥚 Huevos: equilibrio perfecto entre grasa, proteína y micronutrientes

- Aportan colina, vitamina D, B12, biotina y selenio.
- La yema es especialmente rica en grasas saludables y antioxidantes como la luteína.
- Consejo: consumir los huevos enteros, ya que la mayor parte de las vitaminas se encuentra en la yema.
🧈 Lácteos (opcionales)
- Si se toleran, los lácteos enteros (mantequilla, queso curado, kéfir o yogur) pueden añadir calcio, vitamina K2, magnesio y zinc.
- Consejo: priorizar productos de animales alimentados con pasto, por su mayor contenido en omega-3 y CLA.
💧 Hidratación y electrolitos

En fases de adaptación a la dieta carnívora, pueden disminuir los niveles de sodio, potasio y magnesio por la pérdida de líquidos.
- Añade sal marina sin refinar o sal del Himalaya para reponer sodio y minerales traza.
- El caldo de huesos es excelente fuente natural de colágeno, calcio, magnesio y fósforo.
🍖 Ejemplo Menú dieta carnívora:
Desayuno: 3 huevos enteros + hígado de ternera salteado + sal marina.
Comida: entrecot de vacuno con médula ósea + agua con sal.
Cena: salmón salvaje a la plancha + queso curado o caldo de huesos.
Snacks opcionales: mejillones al vapor o trozos de corazón cocido.
Otro Ejemplo de menú diario:
Desayuno: 3 huevos revueltos con mantequilla y 100 g de panceta.
Comida: 250 g de entrecot de ternera y 50 g de hígado a la plancha.
Cena: 200 g de salmón con una cucharada de mantequilla clarificada.
Snacks (opcional): lonchas de jamón ibérico o queso curado.
(Para una versión semanal, se recomienda alternar carnes, pescados grasos y órganos para mejorar el perfil nutricional.)
Una dieta carnívora bien estructurada puede cubrir prácticamente todas las necesidades nutricionales si se incluyen órganos, pescados y diferentes tipos de carne.
Sin embargo, requiere seguimiento médico y analíticas periódicas para controlar niveles de vitamina D, electrolitos y lípidos
Para concluir:
La dieta carnívora es un enfoque nutricional controvertido pero científicamente interesante, que puede ofrecer beneficios concretos en control glucémico, pérdida de peso y reducción de inflamación en ciertos individuos. No obstante, su exclusividad y falta de variedad la convierten en un patrón potencialmente desequilibrado si se mantiene sin supervisión.

Se recomienda, en caso de seguirla, hacerlo bajo control médico y con análisis periódicos, para vigilar marcadores renales, hepáticos y lipídicos, y garantizar la ausencia de deficiencias nutricionales.
Referencias principales:
- Lennerz, B. et al. (2021). Current Developments in Nutrition, 5(12), nzab133.
- David, L. et al. (2020). Nature Microbiology, 5(7), 980–990.
- O’Hearn, S. et al. (2021). Frontiers in Nutrition, 8, 734698.
Si deseas recibir asesoramiento profesional sobre planes alimenticios personalizados y basados en evidencia científica, visita 👉 www.nutricionfullhd.com
Y únete a nuestras comunidades gratuitas en Telegram y WhatsApp para acceder a contenido exclusivo sobre nutrición, salud y rendimiento.






