¿Por qué solemos ganar peso en Navidad?
La Navidad es una época maravillosa… y muy calórica. Entre cenas familiares, comidas de empresa, brindis, dulces típicos y horarios cambiados, es normal terminar comiendo más de lo habitual. No se trata de prohibirse nada: el problema aparece cuando varios días seguidos acumulamos excesos sin darnos cuenta. La buena noticia es que mantener el peso en Navidad es totalmente posible si aplicas algunos trucos sencillos.
1. Planifica tus comidas antes de los eventos
No llegues a una comida navideña con un hambre voraz.
Un desayuno o almuerzo ligeros pero nutritivos (proteína + fruta + algo de fibra) te ayudará a llegar saciado y elegir mejor lo que comes. Además, decide de antemano qué vas a disfrutar más (¿postre? ¿plato principal?) para evitar comer por impulso.
2. Prioriza proteínas y vegetales
En las mesas navideñas suele haber opciones ricas en proteínas: mariscos, carnes magras, pescados, jamón…
Si llenas medio plato con proteína de calidad y vegetales, lograrás sentirte lleno con menos calorías y evitarás repetir pan, salsas o fritos.
3. Controla las porciones sin obsesionarte
No hace falta decir “no” a todo. Basta con servirte porciones moderadas y evitar repetir automáticamente.
Un truco útil: usa un plato más pequeño cuando puedas o sírvete tú mismo para controlar cantidades.
4. Mantente activo (aunque sea poco)
No hace falta entrenar duro durante las fiestas. Un paseo después de cada comida, una rutina corta de calistenia o un entrenamiento rápido de 15 minutos puede marcar una gran diferencia.
La actividad ayuda a compensar calorías, mejorar la digestión y regular el apetito.
5. Hidrátate bien para reducir el picoteo
En Navidad solemos confundir sed con hambre. Beber agua antes de las comidas y entre copas te ayudará a evitar picoteos innecesarios y controlar el consumo de alcohol, que aporta muchas calorías sin saciar.
6. Compensa sin caer en restricciones extremas
Si un día te pasas, no hace falta “castigarte” al día siguiente. Simplemente vuelve a tus hábitos normales:
– Más verduras
– Buenas proteínas
– Mucha agua
– Algo de movimiento
El cuerpo agradece la regularidad, no los extremos.
7. Selecciona bien los caprichos
¿Te encanta el turrón blando? ¿O prefieres el roscón? Elige tus favoritos y disfrútalos sin culpa, pero evita comer todos los dulces “porque están en la mesa”.
Ser selectivo reduce calorías… sin perder placer.
Conclusión: disfruta con equilibrio, sin culpa
La Navidad está para disfrutar. No necesitas renunciar a tus comidas favoritas, solo aplicar un poco de equilibrio para no acabar enero con varios kilos de más. Con planificación, porciones razonables y algo de actividad, puedes vivir unas fiestas deliciosas sin comprometer tu salud ni tu peso.
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